historia del palacio
El Palacio de la Serna de Ballesteros de Calatrava se encuentra enclavado en un espacio natural de características peculiares. El Campo de Calatrava es una amplia comarca natural definida por su realidad geográfica e histórica. En esta comarca desarrolló su actividad la orden de Calatrava durante siete siglos como consecuencia de las cesiones que Sancho III realizó ante la imposibilidad de defenderlos del ataque de los almohades. Para llevar a cabo esta tarea, el abad Raimundo de Fitero y Fray Diego Velásquez crearon en el año 1158 la orden religioso-militar de Calatrava.
La comarca posee un gran interés geomorfológico y paisajístico por su relieve volcánico. Posee un gran número de volcanes (más de cien), numerosos “mecanismos eruptivos” y “formas ejemplares”. Existen aparatos volcánicos denominados “maares” o “cráteres explosivos” que tienen en su interior conjuntos lacustres de gran interés ecológico.
Aparecen en la zona manantiales termales conocidos como “hervideros” o “fuentes” de agua agria por su alto contenido en anhídrido carbónico acompañado de hidróxidos de hierro y manganeso. Los suelos naturales generados a partir de los materiales volcánicos son fértiles, por lo cual han sido aprovechados para el cultivo de cereales.
Los materiales explosivos y lávicos se emplean como material de mampostería, adoquinado… Desde 1964 se produce una extracción masiva de piroclastos utilizados como áridos, balastro para obras de infraestructura, y sobre todo, como aditivo de cementos puzolánicos.
El Campo de Calatrava está limitado al norte y noroeste por las estribaciones meridionales de los montes de Toledo, al sur con los valles de Ojailén y Alcudia y al noreste y levante por La Mancha y Campo de Montiel. En el conjunto del Campo de Calatrava podemos destacar como elementos singulares:
Los “maares” que forman un conjunto de cráteres explosivos en la Sierra de Medias Lunas situado al suroeste de Valverde. El maar Posadilla-Portillo es el más conocido.
“Aparatos volcánicos mixtos simples” (generados a partir de mecanismos eruptivos estrombolianos) con conos piroclásticos coronados por cráteres circulares o desportillados con amplias coladas lávicas lisas (pahoheoe). Son interesantes las de La Yezosa (Almagro), Peñarroya (Alcolea de Calatrava), Columba (Calzada – Granátula de Calatrava) y la Conejera (Ballesteros de Calatrava)
“Red de manantiales termales” como los de Fuensanta, Fontecha, Sacristanía, San Cristóbal y Villar del Pozo.